Los hijos de puta también sueñan
Astronauta, Bombero, Escritor, Futbolista, Maestro, Piloto de avión, Presidente. De chicos soñamos profesiones. Quizás las soñamos por simple exigencia de los adultos que solicitan respuesta a una insoportable pregunta recurrente: ¿Qué vas a ser cuando seas grande? Normalmente el sueño es abandonado debido a la ejecución de la labor del tiempo. El tiempo hastía, avasalla, triunfa: y olvidamos. En ciertas ocasiones, la buena memoria de algún familiar rescata aquél oficio natal y lo convierte en inevitable anécdota anual al momento de soplar las velas. Suelo sentir cierta envidia por esas personas que de forma tan temprana vieron despierta su vocación y más aún cuando logran llevarla a cabo. Es la envidia del estúpido que siempre busca, de aquél que se vio demasiado influenciado por los conceptos y pre conceptos sociales que llevan a moldearnos lentamente como elementos de producción. Ni siquiera como materia prima, ni siquiera como mercancía de cambio. La mayoría poseemos l